Si pudieras verla con sus ojos

Escrito por June Cook-Selman

Class of 2026

     Alba no tiene un árbol de familia tradicional. Está su madre, Robyn, y su otra madre,

     Karin, y todas las amigas de sus madres son como sus “tías.” Alba tiene 19 años y a menudo reflexiona en cómo niñez fue diferente a la de sus amigos. A algunos niños les daban Buenas Noches, Luna pero a Alba le dieron Nuestros Cuerpos, Nuestras Vidas y La Biblia de la Vagina.  La Noche delas  Brujas era “¡ven como tu feminista favorita!” y el 4 de Julio celebraba a nuestras madres fundadoras. Su infancia fue diferente a la de sus amigos porque tiene dos madres.  Por eso, ve la sociedad desde otra perspectiva y está muy agradecida. Sus madres le enseñaron la importancia del feminismo, del activismo, a construir la comunidad, la “familia elegida” y a cómo cuestionar todo, siempre.

     Desde joven, la importancia de usar su voz estaba muy clara. Muchas de las conversaciones entre su familia durante la cena eran sobre la política, las elecciones, los derechos humanos, los acontecimientos de actualidad y sobre cómo ser mejores ciudadanas y ciudadanos. Sus madres y ella iban a muchas manifestaciones en contra de Trump y contra la brutalidad policial, a la “Dyke March,” a la Marcha de las Mujeres, manifestaciones por el clima y otras. Además de esto, sus madres nunca aceptaron el mal comportamiento de los hombres en su clase. Sus madres le dijeron que sus expectativas hacia los chicos deben ser las mismas que hacia chicas en su clase. Por eso, en cada clase, grado y escuela, cuando los chicos dicen algo sexista, los corrige. Sus madres siempre le han dicho que todas las escuelas, los trabajos y las oportunidades pueden ser para ella.

     Había muchos ejemplos de mujeres fuertes en sus libros, programas de televisión, y en la Historia que contribuyeron a su entendimiento del feminismo. Además, desde joven necesitaba aprender sobre las leyes, porqué durante los primeros siete años de su vida, sus madres no pudieron casarse. Finalmente pudieron hacerlo el 24 de julio de 2011 y Alba pudo asistir a la boda. Había miles de personas con carteles que mostraban su amor y apoyo. Por supuesto, había también personas en contra del matrimonio igualitario. “¿Cómo puede ser que haya personas que estén en contra de familias como la mía y de madres como Robyn y Karin? Si pudierais verlas con mis ojos, lo entenderíais,” pensó Alba. Alba aprendió desde pequeña que era peligroso hacer suposiciones sobre un grupo de personas; eso la ayudó a darse cuenta de la importancia de aprender sobre quienes son diferentes a ella. En la boda, había personas con paraguas arcoíris para ocultar a quienes protestaban en contra del matrimonio y para proteger a las personas que estaban esperando a casarse. Sus madres le han enseñado a ser como las personas con los arcoíris. La mayoría de sus amigos con un padre y una madre no pudieron asistir a las bodas de sus padres. Alba está contenta de haber podido estar en la boda de sus madres y de compartir un momento tan mágico. Fue un día increíble.

     Es afortunada de que sus madres hayan construido una familia elegida grande. Tiene muchas “tías y primos,” con quienes no tiene una relación sanguínea, sino elegida. Está aún más conectada con ellas y ellos, porque son parte de su familia por el amor y la amistad, no por la biología. Hay muchos ejemplos de una “tía” o “prima” que se quedó en su casa durante semanas o meses. Su casa tiene puertas abiertas, siempre. Sus madres son muy generosas y cariñosas. Comparten los mismos valores de compasión, empatía, justicia, gratitud, comunidad, inclusión, lealtad y más. Estos valores son muy evidentes en el modo en que actúan. Por eso, Alba quiere ser como ellas – su mayor inspiración. Ahora, Alba está aprendiendo a construir su propia familia elegida. Su red de seres queridos reinventa lo que significa ser “una familia” y lo que puede ser. La familia de Alba no es normal a los ojos de la sociedad, pero es su realidad y su normalidad.

     Alba ve la sociedad como una colección de normas, reglas y leyes que influyen en nuestras creencias, pero que no revelan toda la verdad de la humanidad. Es necesario que las personas tengan experiencias con otra gente con vidas diferentes a las suyas para poder tener una perspectiva más informada e incluso cambiar de idea sobre lo que es “normal.” Esta es la importancia de la diversidad. Su infancia y su familia cambió cómo ve otros aspectos de la sociedad, además de la sexualidad y la familia. Sus madres la empoderan para poder usar su voz y para preguntarlo todo. Por ejemplo, sus ideas sobre la religión no son muy rígidas y puede cuestionarlo todo. Durante el tiempo que pasó en la escuela hebrea, siempre le preguntaba a la maestra “¿cómo sabes que dios es real?” La maestra estaba agradecida por la pregunta de Alba porque creaba un ambiente en la clase que era interesante y curioso. Su experiencia en la sociedad es mucho más interesante y realista cuando cuestiona todo.

     Todo lo que Alba es, lo es gracias a sus madres. Ver cómo ellas construyen su familia elegida, le ha permitido entender el poder de la comunidad. En la vida hay muchas cosas que dan miedo, pero con tal de tener a su familia elegida y poder construir la comunidad, tiene confianza en que todo irá bien.