Mi interés en las culturas hispanohablantes empezó desde una edad muy joven. Mi abuela era profesora de español en una universidad y cuando visitaba su casa, me recuerdo mirando su biblioteca y su gran colección de títulos famosos de escritores españoles y latinoamericanos. Pensaba en sus autores y en sus experiencias, tan distintas a la mía. Siempre he sido una persona empática con una pasión curiosa y un apetito por aprender sobre el mundo. Hablando con mi abuela y empezando a estudiar español en el séptimo grado, me di cuenta que el idioma es una manera muy útil para crear conexiones humanas entre personas y mejorar el conocimiento de experiencias humanas alrededor del mundo.

Por estas razones, elegir las concentraciones de Estudios Hispánicos y Bioquímica fue una decisión fácil. Mis metas eran hablar español con fluidez al final de mis cuatro años de estudio en Hamilton y usar las habilidades de idiomas para comunicarme con una variedad de comunidades relacionadas con mi futuro como médica. Este plan incluyó el estudio al extranjero durante el otoño de mi tercer año en Hamilton, pero desafortunadamente, las regulaciones de COVID-19 suspendieron todos los viajes fuera de los Estados Unidos. Mis metas siguieron siendo las mismas, pero tenía que adaptarme a una realidad nueva. En el otoño de mi año final en Hamilton, una conversación con una amiga de mi escuela secundaria me guio en una dirección nueva.

Stephanie me contaba sobre su vida después de la graduación y su experiencia en España a través de un programa “teach abroad” que se llama CIEE. Ella estudió en Madrid durante su tercer año en la universidad y se enamoró de la ciudad y de la vida española. El programa CIEE le permitió vivir en España otra vez, trabajando como auxiliar de conversación. Me explicó que los auxiliares de conversación trabajan en las escuelas alrededor de España para mejorar las habilidades de hablar en otros idiomas y servir como asistentes a los profesores, como parte de una iniciativa multilingüe. Esta posición me parecía perfecta para mí, porque, como mi abuela, me encanta enseñar y aprender idiomas. En la primavera de mi año final en Hamilton solicité a CIEE, apoyada en mi experiencia de enseñanza como asistente en clases de español en Hamilton.

Ahora, he vivido en Madrid por seis meses y nunca he lamentado mi decisión de solicitar a CIEE y mudarme fuera de los Estados Unidos. Mi experiencia en Madrid empezó con una semana de orientación de CIEE, en la que he encontrado amistades que voy a mantener de por vida. La orientación proveyó información útil para empezar una vida nueva en Madrid, incluyendo un tour de la ciudad, cómo alquilar un piso, cómo solicitar una tarjeta extranjera de identificación e información sobre las normas y diferentes reglas en España. Empecé a trabajar en María de Zayas y Sotomayor en octubre y paso la mayoría de los días conversando con los alumnos en inglés sobre nuestras vidas o practicando ejercicios de gramática. A veces, hago presentaciones de comparación entre los Estados Unidos y España, por ejemplo, la comida, la política, la cultura, y el sistema de educación. Trabajar en una escuela me provee la oportunidad de compartir mis experiencias de vivir en los Estados Unidos y aprender sobre la vida de otras personas alrededor del mundo. Aparte de mi trabajo, paso el tiempo tomando clases de baile, haciendo voluntariado en un hospital del barrio y reuniéndome con una tutora para conversar en español. He encontrado muchas oportunidades de conectar con la comunidad en mi nuevo sitio. Aprecio la cultura de disfrutar la vida de España y espero que pueda adaptar esta mentalidad a mi propia vida en el futuro después de volver a los Estados Unidos.

Estoy en el proceso de solicitar a la facultad médica esta primavera y como médica futura, espero que pueda usar mis habilidades de comunicar en español para mejorar el acceso a la medicina para las poblaciones hispanohablantes insuficientemente servidas en Estados Unidos. Me siento preparada para lograr estas metas gracias a mis clases de los Estudios Hispánicos en Hamilton y mi experiencia en España. De mi abuela y mi tiempo en España, he aprendido a aprovechar cada oportunidad de vivir fuera de mi zona de confort y afrontar cada reto con tenacidad.