No es el rechazo lo que me molesta. 

Estoy acostumbrando a eso,

Está cosido en mis cuerdas vocales.

Aprendí a no preguntar.

Mi mamá me secó las lágrimas 

Y me dijo una verdad dura: 

Las mujeres son tratadas 

de manera diferente en este mundo  

—¿incluso por sus propios padres?— 

Sí, aún así.

No es el rechazo lo que me molesta;

Es la quietud,

Los músculos congelados, 

Hielo en el corazón:

Para enmascarar el dolor, 

Para ocultar el silencio.

No es el rechazo lo que me molesta.

Yo debería haber sabido no preguntar. 

Ya no puedo hablar. 

Lo intenté 

Pero el hielo está atascado en mi garganta.

No se descongelará.

Mi hermano no entiende: 

Sus palabras fluyen libremente.

No puedo explicarle

que nuestro padre nos ama de manera diferente. 

Su amor es como el hielo: 

Me congela la garganta. 

Quiero explicar, 

Trato de hablar.

El hielo se agrieta 

Y mi voz se rompe—